Lo que realmente queremos al perseguir nuestros sueños

Es totalmente comprensible que a veces flaquees ante tus sueños, quizás porque la espera ha sido larga o porque sientes que no eres merecedor de lo que anhelas. Las inseguridades te consumen, mientas se pasean a tu alrededor todas aquellas personas que obtienen fácilmente lo que a ti te ha costado tanto, pero, ¿Tiene que ser tan difícil y doloroso?

Generalmente pensamos que al obtener lo que queremos, seremos realmente felices, y fantaseamos con ello. Ese sentimiento es tan puro, emocionante y seductor, que parece extraído de una escena de película donde los fuegos artificiales anuncian que finalmente llegó.

Sé merecedor de lo que deseas

Sin embargo, ¿Por qué no ser felices en el proceso? Una forma de hacerte merecedor de las cosas que deseas, es apreciando las que tienes ahora y manteniendo tus mejores energías en cada momento, a pesar de lo terrible que pueda ser.

Debes crear momentos de felicidad para ti, disfrutar de las personas que te rodean (a pesar de que quizás no sean las que quieres tener al lado), disfrutar del perro caliente que tuviste que comer cerca de tu casa (aunque no se parezca ni remotamente al Sushi que quisieras degustar en un Restaurant de New York), porque cuando aparezca frente a ti ese plato de Sushi, recordarás con alegría aquel perro caliente, y sí, estuvo bueno.

Sé feliz

Si le preguntas a un estudiante de música ¿por qué lo haces? Él responde: porque quiero ser el mejor músico. Realmente, él quiere ejercer ese oficio porque la proyección que le genera en su mente le proporciona felicidad, además disfruta hacer música, y eso lo hace feliz.

En consecuencia, la respuesta correcta a ¿por qué lo haces? Es: “Porque quiero ser feliz”. Al final, ese es el propósito que nos une a todos y ese debe ser el objetivo de nuestra vida, es por ello que cuando encontramos una profesión, una proyección o un estilo de vida que nos hace sentir plenos, queremos ser los mejores y ¡Rápido por favor!.

En vez de pensar que aún no eres el mejor, enfócate en hacer todos los días eso que te hace feliz, no importa donde estés o qué tan bueno seas. Piensa en el estudiante de música, aún no obtiene un título que lo acredite y por supuesto que existen mejores músicos con mayor experiencia. Pero él toca sus instrumentos todos los días, sin reglas, practicando sin cansarse, porque ama lo que hace y es feliz desde ya. Y tú, ¿Por qué no eres feliz desde ya?.

No permitas que “Ser feliz” se convierta en una frase olvidada en tu lista de tareas.

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